El de las entradas

sábado, mayo 21, 2005

Delta Goodrem: Be Strong (Sé Fuerte)

¿Estás nadando en océanos de melancolía?
¿No sientes como que te estás hundiendo?
¿Estás cansado de la lluvia después de todo lo que has pasado?
Bien... yo sé lo que estás pensando
Cuando no eres capaz de enfrentarlo...
Pero puedes sobrevivir
Estoy seguro que pronto entenderás

Coro:

Porque cuando estás en tu hora más oscura
Y todas las luces simplemente se desvanecen
Cuando eres como una flor cuyos colores se han perdido
Bueno... aguanta, y sé fuerte

No, no estás derrotado
Y pronto vas a sonreír de nuevo
Entonces no tendrás que sentirlo
Déjalo ir con el viento
El tiempo corre con nosotros
Y él sabe que te está permitido llorar

Coro:

Porque cuando estás en tu hora más oscura
Y todas las luces simplemente se desvanecen
Cuando eres como una flor cuyos colores se han perdido
Bueno... aguanta, y sé fuerte

viernes, mayo 13, 2005

"Amor" (Cuento)

- Es una noche especial... no sé bien porqué... – susurraba María a su esposo-... siento que alguien se acerca a nuestra casa... no te quedes dormido... no te duermas...
Pero era demasiado tarde. José había caído en un profundo sueño y María estaba consciente de esto. Así fue como su curiosidad la instó a ponerse de pie y avanzar a tientas hacia la entrada de su vivienda. Como si estuviese esperando algo o alguien que sólo ella podía recibir.
Se sentó en el sillón más próximo a la puerta. Fue entonces cuando una avalancha de ruidos arribaba en dirección a su hogar, dando a comprender que efectivamente alguien merodeaba en el exterior.
Con sus frías y avejentadas manos, María giraba cuidadosamente la manilla intentando hacer el menor bullicio posible. Al asomar sus lánguidos ojos pudo contemplar la figura de un hombre estacionando una carroza en el antejardín.
Con una valentía nunca antes vista en ella, María enfrentó a esa extraña silueta:
- ¿Qué hace usted a esta hora en mi casa?
Entonces el sujeto se acercó al portal. Su aspecto era indescriptible; los escalofríos que producía en cualquiera que se topase con él nublaban por completo la razón.
Sin embargo, este no era el caso de María. Tenía que defender a su familia a como de lugar, sin importar quien amenazara la tranquilidad reinante.
El hombre dejó de moverse. María decidió continuar con el interrogatorio:
- ¿Busca a alguien en especial?
Repentinamente, una voz ronca y casi fantasmal; penetrante y atemorizante a la vez, responde:
- José, quiero que José venga conmigo
- ¿Usted lo conoce?
- Más de lo que usted cree.
Esto dejó desconcertada a María. No se explicaba qué relación podía tener su marido con este señor y menos porqué quería encontrarse con él a tan altas horas de la madrugada.
- Lo siento, pero José está durmiendo. Si no se da cuenta es muy tarde.. quizás pueda venir en la mañana
- Cuando llega el momento no hay nada que hacer. Quiero que él venga conmigo
La voz de María parecía perder paulatinamente su fuerza
- Mejor váyase. Mañana conversa con él
- Es mejor que no insista. Usted no puede interferir con lo que tiene que ocurrir
Justo cuando María estaba decidida a cerrarle la puerta, se oye un desesperado grito de la mayor de sus hijas:
- ¡Está muerto! ¡Está muerto!
Descontrolada, María corre hasta el lecho nupcial, en donde le esperaba su hija, cerrando con sus pequeñas manos los ojos de José.
Ahora comprendía todo. Sin pensarlo dos veces sale a encontrarse con el hombre.
- Yo iré con usted...

Al amanecer, un repuesto José se levanta a preguntar sobre su mujer:
- ¿Adónde habrá ido María que salió tan temprano?
Su hija no supo responderle, pues tenía la misma inquietud. Ni siquiera se les pasó por la mente que María nunca regresaría, por lo menos en esta vida...