Sólo no comprendo la inestabilidad del alma y la vaguedad de las miradas fraternas.
Sólo temo a la falta de sentido de una burda existencia humana.
Sólo soy un cobarde que no sabe expresar su deseo por verguenza a la humillación
Sólo huyo del sentimiento y me amparo en la sensación vacía del cuerpo sufriente.
Sólo...
Sólo...
Sólo quiero embargar mis miedos y comenzar a albergar el vínculo tormentoso y certero: ese que hace reír sin un chiste; o hace llorar sin un insulto. Ese que no requiere un esfuerzo descomunal ni una desidia desdeñable. Ese que te hace sentir vivo, a pesar de que el dolor que cause te aproxime a la muerte.
Y sé que llegará el día en que el dormir ya no sea escapar de la realidad, sino aguardar otro bello día. Lo deseo, lo quiero...y me lo prometo.