Muchas veces suele pasear
bajo un frondoso bosque en llamas
Se siente como uno más
Uno que alquiló su belleza a cambio de cenizas
Y allí está, postrado como un pedazo inerte
de materia inútil, tosca, sin sabor...
El suelo ya no es virgen
Su olor no recuerda más que agonía
y su color envuelve pesadumbre
Aquel manto impide una tregua
entre naturaleza y decadencia...
Pero allí está
esperando el infinito, deseando lo corrompido
Esperanzado como nunca antes
de que un pequeño brote de vida
toque aquellos pies roídos por su opresión...
Muchas veces suele pasear
bajo una alegoría de existencia
Se siente como su propio ser
Uno que alquiló tranquilidad a cambio de tormentos
Y allí está, erguido como un cuerpo inerte
de materia inútil, tosca, sin sabor....
¿Ha de alguna vez dejar aquel lugar?